SpaceX captura en vuelo el propulsor Super Heavy de Starship.
SpaceX logra un nuevo hito en la exploración espacial con el exitoso lanzamiento del Starship
SpaceX ha marcado un hito significativo en su trayectoria espacial con el exitoso lanzamiento del megacohete Starship, que despegó el pasado domingo desde su base en Boca Chica, Texas. Este quinto vuelo de prueba tiene un impacto potencial en el futuro de la exploración interplanetaria, ya que el cohete busca demostrar su capacidad de reutilización, una característica clave para la sostenibilidad de las misiones espaciales.
El lanzamiento, que se produjo a las 14:25 hora peninsular española, fue precedido por una serie de mejoras en el diseño del cohete, así como por la optimización de su sistema de propulsión. A diferencia de su cuarto intento, que se vio empañado por el fallo de uno de sus 33 motores Raptor, esta vez todos funcionaron a la perfección, marcando un avance crucial para la compañía fundada por Elon Musk. Después de elevarse hacia los cielos, el propulsor Super Heavy logró regresar a la base, donde fue capturado por una sofisticada pinza robótica, conocida como "mechazilla".
La separación entre el propulsor y la nave superior se produjo a unos 90 kilómetros de altitud, un momento clave que se desarrolló con éxito en esta ocasión. La misión fue cuidadosamente planeada, con el control de vuelo asegurando que todos los parámetros estuvieran en condiciones óptimas. "Hemos realizado una operación sin precedentes en la historia de la carrera espacial", declaró el director de vuelo tras la exitosa captura del Super Heavy, lo que generó una celebración efusiva entre el personal presente en el centro de control de SpaceX.
En cuanto a la nave superior, que alcanzó una trayectoria suborbital, su recorrido finalizó con un aterrizaje controlado en el océano Índico. Sin embargo, la nave explotó poco después de tocar el agua, una culminación prevista que no empañó los logros alcanzados por SpaceX en este importante ensayo. Las fases del reingreso y el descenso fueron ejecutadas a la perfección, un indicativo del arduo trabajo realizado por sus ingenieros que habían estado perfeccionando la cubierta térmica del Starship tras detectar problemas en pruebas previas.
SpaceX había procedido con cautela en este intento de captura del Super Heavy, explicando que miles de condiciones debían cumplirse tanto para el vehículo como para la plataforma antes de poder realizar un aterrizaje seguro. Las complejidades del sistema automatizado eran significativas, lo que hizo aún más notable el éxito logrado en esta prueba. En caso de no cumplirse con estos parámetros, el propulsor habría sido desviado hacia un aterrizaje seguro en aguas del Golfo de México.
A medida que SpaceX cierra este capítulo con la quinta prueba del Starship, la atención ahora recae en los próximos pasos de la compañía. Con la autorización de la Administración Federal de Aviación (FAA) en mano, se abre la posibilidad de realizar un sexto vuelo de prueba antes de finales de 2024. Esto permitirá que SpaceX consolide los logros recientes y trabaje en las mejoras necesarias para llevar a cabo futuros lanzamientos.
Uno de los retos más ambiciosos que enfrenta SpaceX es transformar el Starship en un transbordador espacial totalmente reutilizable. Esto implica no solo recuperar el propulsor en la base de lanzamiento, como se logró este domingo, sino también garantizar que la nave superior sea recuperable y reutilizable en cortos periodos de tiempo—una misión que Elon Musk considera esencial para el futuro de los viajes espaciales.
La visión de Musk va más allá de los vuelos suborbitales; incluye enviar misiones a Marte y realizar un aterrizaje exitoso en la Luna. Se espera que la versión modificada del Starship participe en la misión Artemis 3, que transportará a la primera mujer a la superficie lunar. A su vez, el objetivo de alcanzar el planeta rojo también se encuentra en el horizonte, con planes para 2026. Sin embargo, cualquier misión espacial de tal envergadura depende de la capacidad de SpaceX para desarrollar tecnologías que permitan el reabastecimiento de combustible en pleno vuelo, un desafío tecnológico sin precedentes que apunta a redefinir los límites de la exploración espacial.
Con el éxito de este último lanzamiento, SpaceX no solo ha dado un paso decisivo en su ambición interplanetaria, sino que también ha insistido en que el futuro de los viajes espaciales se basa en la innovación continua y la perseverancia ante los desafíos. Con más pruebas a la vista, los ojos del mundo están puestos en esta audaz compañía y en la posibilidad de revolucionar la forma en que exploramos el espacio.