Ratas héroes: roedores entrenados desactivan minas y salvan tierras.
Las "ratas héroe" desactivan minas en Angola: un camino hacia la reconstrucción
En Angola, un insólito grupo de roedores se ha convertido en la clave para la desactivación de minas antipersonal, un legado aterrador de la guerra civil que asoló el país por casi tres décadas.
Desde 2021, un equipo internacional, en colaboración con la organización APOPO y apoyados por gobiernos de Japón y Bélgica, ha utilizado ratas entrenadas para detectar minas en diversas áreas del país, liberando terrenos para la agricultura y mejorando la calidad de vida de miles de personas. En esta guerra contra explosivos enterrados, cada pequeño héroe tiene un papel crucial, desafiando el peligro con su ingenio y agudo sentido del olfato.
Estas ratas, específicamente de la especie Cricetomys ansorgei, son animales ligeros que pueden localizar explosivos sin riesgo de activar los artefactos. Según Lily Shallom, portavoz de APOPO, el uso de estos roedores ha permitido que el equipo de desminado realice su trabajo de forma más eficiente y segura. “Los entrenamos desde que tienen diez semanas asociando el olor de TNT con premios como plátanos y cacahuetes”, explica Shallom desde la sede principal en Tanzania.
El conflicto armado que duró de 1975 a 2002 en Angola dejó más de un millón de minas esparcidas por todo el país, afectando drásticamente a las comunidades locales. Las atrocidades de la guerra aún se sienten: una campesina reciente quedó sin piernas al pisar una mina. El paramédico João Eduardo, quien trabaja en la zona, señala que la prevención y la capacitación en seguridad son vitales para evitar futuros incidentes.
El trabajo realizado por el equipo desactivador es arduo. Cada mina encontrada implica un proceso de inspección meticuloso que incluye la delimitación de áreas peligrosas marcadas por estacas de colores, donde el uso del equipo de protección es indispensable. “Desactivarlas conlleva cubrir y asegurar la zona, buscar con detectores y, en algunos casos, utilizar explosivos controlados para destruirlas”, aclara Arão Dos Santos, jefe de la misión en Libolo.
Las operaciones de desminado son más que un solo esfuerzo humanitario. Son una herencia del pasado que busca transformar las tierras, convirtiendo las antiguas zonas de riesgo en campos fértiles que sustenten a las familias angoleñas. Desde 2013, APOPO ha logrado desactivar más de 306 minas y 714 explosivos, liberando terrenos que se han utilizado para la agricultura, mejorando así el futuro de unas 80,000 personas en comunidades locales.
El arduo trabajo de estos zapadores y las ratas héroe ha generado un cambio palpable en el entorno. En Libolo, una región anteriormente marcada por el peligro, los pobladores ahora pueden cultivar saludables hortalizas. Antonio Baristo, un agricultor de 36 años, cultiva tomates, cebollas y pimientos en esta tierra recién desminada. Si bien el miedo persiste, siente alivio al saber que está trabajando en un lugar seguro.
"No piensas en el miedo. Estoy feliz porque liberamos tierras y somos salvavidas para agricultores y vecinos. Ayudamos a que el país vuelva a florecer", afirma João Eduardo. La labor no se limita a la desactivación; también implica un fuerte componente de educación y concienciación sobre la seguridad en los campos, donde las comunidades han asumido un rol proactivo.
Las minas más que simples artefactos explosivos son recordatorios de un pasado violento que ha dejado cicatrices profundas en la sociedad angoleña. Sin embargo, gracias a la perseverancia y la innovación, un nuevo futuro se vislumbra. Las iniciativas de desminado, junto con el uso de estos "héroes" peludos, no solo están restaurando territorios, sino que también están ofreciendo a Angola la oportunidad de redimir su historia, sembrando las bases para un futuro más próspero en el campo.
El potencial de esta labor va más allá de la simple limpieza de las minas: significa restaurar la confianza y la seguridad en una nación que ha comenzado a levantarse entre las cenizas de un desgarrador conflicto, buscando florecer hacia una nueva era de paz y desarrollo.