Putin destaca el foro BRICS en Rusia como opción alternativa occidental

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La decimosexta cumbre de los BRICS se inauguró este martes en Kazán, Rusia, con la firme intención del presidente Vladimir Putin de establecer una plataforma que contrarreste la influencia económica y diplomática de Occidente.

A la cita asisten más de dos docenas de líderes internacionales y representantes de 36 países, incluyendo al secretario general de la ONU, António Guterres. Este encuentro marca la primera vez que Guterres se reunirá con Putin desde la invasión de Ucrania en abril de 2022. Las expectativas están altas, especialmente dado que el Secretario General ha enfrentado críticas por aceptar la invitación a la cumbre mientras rechazó la invitación a una cumbre de paz en Suiza, lo que ha provocado la indignación del gobierno ucraniano.

Uno de los ejes centrales de la cumbre es la creación de un sistema financiero alternativo que permita a Rusia evadir las sanciones impuestas como resultado de su guerra en Ucrania. Durante una reunión previa a la cumbre, Putin destacó que están desarrollando plataformas de pago y mecanismos de inversión que disminuirán la dependencia de influencias externas. “El PIB de los BRICS ya superó al del G7 y continúa creciendo”, afirmó, resaltando la aspiración del bloque a una mayor autonomía económica.

El presidente ruso se enfrenta a una agenda apretada de reuniones que abarca a líderes clave de los BRICS, como Xi Jinping de China, Narendra Modi de India y Cyril Ramaphosa de Sudáfrica. Sin embargo, la inasistencia del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, por cuestiones de salud, quedó marcada en la agenda. Además, Putin llevará a cabo encuentros bilaterales con varios dignatarios, incluyendo al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en un esfuerzo por ampliar las alianzas de Rusia más allá del bloque.

El encuentro directo entre Putin y Guterres será crucial, ya que la intervención militar rusa en Ucrania está en el centro de sus diálogos. En su último viaje a Moscú, Guterres desafió las justificaciones rusas sobre la «operación militar especial», recordando que la invasión es una violación del derecho internacional. Esta próxima reunión servirá no solo para evaluar la situación en Ucrania, sino también para confrontar a Rusia en un momento en que la comunidad internacional observa con atención.

La participación del Secretario General de la ONU ha sido fuertemente criticada desde Kiev, que considera su elección de asistir a la cumbre como una falta de coherencia con los esfuerzos por alcanzar la paz. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania expresó que aceptar la invitación a Rusia mientras se rechaza un espacio para la paz es una decisión desafortunada. “Esta acción no promueve la causa de la paz y daña la reputación de la ONU”, manifestaron a través de sus canales oficiales.

La cumbre de BRICS es notable por ser la primera en incorporar nuevos miembros: Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Asimismo, ha habido interés de otras naciones en unirse al bloque, aunque varios candidatos, como Argentina y Kazajstán, se han retirado de la consideración por diversas razones políticas. La salida de Armenia de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva refleja una creciente inquietud en torno a la capacidad de Rusia para mantener su influencia en la región.

Sin embargo, el estatus de los BRICS frente a las ambiciones expansionistas puede estar en entredicho. En China, por ejemplo, hay dudas sobre la capacidad del bloque para actuar de manera unida. Un análisis previo a la cumbre indicaba problemas fundamentales en la cooperación, resaltando que, aunque derogar el uso del dólar y avanzar hacia sistemas financieros alternativos son objetivos ambiciosos, la disparidad de intereses entre los países miembros complica la cooperación real.

Putin, que había contemplado la posibilidad de una moneda única del BRICS, ha ajustado su enfoque a crear un sistema de pagos alternativo a SWIFT, ya que la cooperación de bancos chinos se ha vuelto más cautelosa. Cada vez es más complicado para las empresas rusas llevar a cabo transacciones, lo que pone de manifiesto la fragilidad de las aspiraciones de Moscú en medio del creciente aislamiento internacional.

El Kremlin insistirá en que sus aliados adopten el nuevo sistema de pagos BRICS Bridge, diseñado para contrarrestar lo que consideran un sistema financiero global obsoleto. A medida que la situación evoluciona y la cumbre continúa, queda por ver si la reunión de Kazán será el catalizador necesario para dar forma a una estrategia común entre las naciones emergentes y, si efectivamente, podrá ofrecer a Rusia la salvaguarda que busca frente al establecimiento occidental.


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