Paneles solares en aparcamientos: impulsando la movilidad sostenible
Los aparcamientos al aire libre están cobrando relevancia como espacios clave para la instalación de paneles solares y cargadores de vehículos eléctricos. Esta transformación se está impulsando especialmente en Europa, donde países como Francia y Alemania han implementado normativas que obligan a estas instalaciones.
La Fundación Renovables de España ha destacado que las áreas urbanizadas tienen un potencial significativo para generar energía renovable. Ladislao Montiel, representante de la entidad, asegura que convertir los aparcamientos en espacios de carga eléctrica incrementaría la infraestructura necesaria para promover el uso de vehículos eléctricos. Además, al instalar paneles solares, se podría también autogenerar energía para el consumo en esos mismos espacios, abordando así el problema de la descarbonización en las ciudades.
Francia ha tomado la delantera en esta iniciativa al promulgar una ley que establece la obligatoriedad de instalar energía fotovoltaica en aparcamientos que superen los 1.500 metros cuadrados. Alemania, por su parte, ha adoptado una medida semejante en cuatro de sus estados, lo que ha resultado en un notable aumento de cargadores de vehículos eléctricos. De acuerdo con datos del 2023, Alemania cuenta con más de 188,785 puntos de carga, mientras que Francia tiene cerca de 177,000, cifras que contrastan drásticamente con los 34,000 puntos de carga existentes en España.
El Ministerio para la Transición Ecológica en España actualmente tiene en marcha un decreto que requiere que los edificios no residenciales instalen un punto de carga por cada 20 espacios de estacionamiento. Sin embargo, no existe aún una normativa que combine la instalación de paneles solares con la de puntos de carga en estacionamientos, a pesar de las iniciativas en comunidades autónomas como Baleares, donde se han establecido regulaciones más estrictas.
El Hospital HM Móstoles se encuentra a la vanguardia de esta tendencia en España con la instalación de un aparcamiento solar que incluye cinco puntos de carga y tiene un potencial de generación de 557 kilovatios pico. Según Javier Tejedor, responsable del Departamento de Medio Ambiente del hospital, el excedente de energía producido es utilizado para el funcionamiento interno del hospital, lo que demuestra un modelo sostenible que podría ser replicado en otros lugares.
En este marco, empresas españolas están desarrollando soluciones integrales que combinan la instalación de paneles solares y puntos de carga en aparcamientos, impulsando así una industria nacional. Pablo Coll, director de la empresa Sunpark, menciona que su innovadora estructura de marquesinas solares ha tenido mucha demanda entre centros comerciales, aeropuertos y estaciones de tren en toda Europa, lo que sugiere un giro significativo hacia la sostenibilidad en el sector.
Por su parte, entidades públicas también están realizando esfuerzos para transformar sus infraestructuras. El Ayuntamiento de Pamplona, por ejemplo, ha implementado un aparcamiento solar en el colegio público Cardenal Ilundáin, con la instalación de 2,736 paneles solares y 16 puntos de recarga. Este proyecto no solo proporciona un suministro energético renovable, sino que también promueve la creación de una comunidad energética en la zona.
Sin embargo, a pesar de estos avances, aún queda un largo camino por recorrer. Muchas voces en el sector advierten que el gobierno podría jugar un papel fundamental al fomentar la instalación de estos sistemas en grandes aparcamientos, como los de aeropuertos y estaciones de tren, imitando los ejemplos exitosos de Baleares. De hecho, algunas organizaciones ya están preparando proyectos innovadores, como Soty Solar, que prevé asociaciones con clubes de fútbol para convertir sus aparcamientos en espacios más sostenibles, aprovechando además inversiones recientes para mejorar sus infraestructuras.
A medida que la tendencia hacia la movilidad sostenible sigue en aumento, la conversión de aparcamientos tradicionales en instalaciones ecológicas parece ser una estrategia eficaz no solo para reducir la dependencia de combustibles fósiles, sino también para facilitar la transición hacia un futuro con vehículos eléctricos, ofreciendo alternativas cómodas y accesibles para los usuarios. La combinación de regulaciones efectivas, innovación tecnológica y el compromiso de las empresas y gobiernos podría posicionar a las ciudades europeas en la vanguardia de la sostenibilidad.