Israel intensifica ataque en Beirut y ordena evacuaciones en el sur.

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Tensiones en Líbano: Bombardeos Israelíes y Desplazamiento de Civiles Agravan la Crisis

La situación en Líbano se ha deteriorado drásticamente tras una serie de bombardeos israelíes que han incrementado la tensión en la región y han forzado a cientos de civiles a abandonar sus hogares. Desde el inicio del conflicto, los enfrentamientos entre Hezbollah e Israel han generado un clima de inseguridad y caos en localidades cercanas a la frontera.

Mariam Ghuel, una madre de 31 años, ha pasado los últimos once meses huyendo del conflicto. El 11 de octubre, tras los primeros ataques de Hezbollah contra Israel, se vio obligada a dejar su hogar en Mays al Yabl y buscar refugio en el suburbio chiíta de Dahiye, en Beirut. Su asentamiento inicial en Dahiye pronto resultó ser inseguro, y decidió trasladarse a un colegio convertido en refugio en Bashura. Sin embargo, este lugar tampoco ha sido seguro, pues la madrugada del 24 de octubre, un bombardeo israelí dejó nueve muertos cerca de su refugio, siendo el ataque más mortífero desde el comienzo de la ofensiva israelí.

El bombardeo que afectó a la sede del Comité Islámico para la Salud fue un golpe duro para la comunidad, dado que la mayoría de las víctimas eran trabajadores humanitarios. Ghuel ha expresado su creciente desesperación: "Ya no me siento segura aquí, pero tampoco tengo alternativas. ¿A dónde voy? Pasamos cada día sin saber si terminaremos vivos o muertos". Testigos reportan una nube de humo negro que cubrió la ciudad luego de los ataques, apuntando a la precisión y el enfoque de las bombas israelíes en áreas específicas.

Imad Hiyazi, un residente en el mismo edificio dañado por el ataque, se encuentra igualmente angustiado. Hiyazi indicó que su hogar alberga a varias familias desplazadas, quienes acogen a otros en la esperanza de encontrar un refugio, y enfatizó que no hay armas ocultas en su hogar, solo medicinas y suministros médicos. "Nos sentimos seguros aquí porque sabemos que Hezbollah no guarda balas, solo cuida de las personas heridas", aseveró.

La coordinación de esfuerzos humanitarios ha sido gravemente interrumpida, especialmente tras la pérdida de dos soldados del ejército libanés en los enfrentamientos. En respuesta, el ejército libanés afirmó haber disparado sobre las fuerzas israelíes. Esta escalada de tensiones llega tras un día en que el ejército israelí perdió ocho soldados, el número más alto de bajas en enfrentamientos recientes. La creciente violencia ha desbordado las capacidades de las organizaciones humanitarias e intensificado la preocupación por el bienestar de los desplazados en el sur del Líbano.

Israel ha intensificado sus operaciones, enfocado particularmente en Bint Ybeil, con informes de que milicianos de Hezbollah han sido blanco de ataques aéreos. Desde el inicio del conflicto, han fallecido más de sesenta miembros de Hezbollah en una serie de ataques aéreos. De manera alarmante, el ejército israelí ha advertido a los residentes de al menos veinte localidades del sur del Líbano que abandonen sus hogares, formulando la declaración de que cualquier vivienda relacionada con actividades militares será considerada un objetivo.

Las evacuaciones forzadas se asemejan a la estrategia utilizada en Gaza, donde miles han sido desplazados a causa de bombardeos constantes. El ejército israelí ha instado a la población a mantenerse alejada del sur del país, indicando que cualquier movimiento hacia esa región los expondría a un peligro inminente. Durante este contexto, se han intensificado los lanzamientos de misiles y drones por parte de Hezbollah hacia Israel, lo que ha elevado aún más la atmósfera bélica en dicha zona.

La comunidad internacional ha mostrado preocupación por la escalada del conflicto y su impacto en los civiles. Se teme que la prolongación de estos enfrentamientos pueda conllevar una crisis humanitaria de proporciones significativas, ya que miles de personas se ven forzadas a abandonar su hogar bajo condiciones de inseguridad permanentes. Al mismo tiempo, el aumento de los bombardeos ha resultado en un alarmante número de bajas civiles, lo que ha generado llamados a una intervención diplomática urgente.

Mientras las familias en Líbano enfrentan la desolación y el miedo, el futuro permanece incierto, marcando una etapa crítica en la turbulenta historia del país. La comunidad internacional continúa observando la situación de cerca, esperando que se encuentre una solución pacífica para detener la violencia y permitir que los desplazados puedan regresar a la normalidad. Sin embargo, con cada bombardeo, la posibilidad de encontrar la paz se ve cada vez más lejana.


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