Fallece a los 89 años la icónica actriz Maggie Smith
Maggie Smith, icono del cine y teatro británico, ha fallecido a los 89 años, dejando un legado imborrable en el mundo del entretenimiento. Su muerte fue confirmada por su familia en un comunicado.
La actriz falleció en un hospital de Londres la mañana del viernes 27 de septiembre, rodeada de amigos y familiares. Sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin, expresaron en el comunicado que Smith era una persona muy reservada y que su partida ha dejado a su familia, compuesta por dos hijos y cinco nietos, devastada por la pérdida de una madre y abuela extraordinaria.
Con una carrera que abarcó más de seis décadas, Smith cautivó al público con sus memorables interpretaciones, desde la sabia profesora Minerva McGonagall en la saga de «Harry Potter» hasta la condesa viuda de Grantham, Violet Crawley, en la aclamada serie «Downton Abbey». Su talento y versatilidad le valieron numerosos premios, incluyendo dos Oscars.
Smith fue galardonada con el primer Oscar en 1970 por su actuación en «Los mejores años de la señorita Brodie», y su segundo Oscar llegó en 1979 como actriz secundaria en «Suite California». Su brillante carrera no solo se limitó al cine; también destacó en el escenario, donde se hizo con un premio Tony, además de recibir cinco premios BAFTA, tres Globos de Oro y cuatro Emmy por su trabajo en televisión.
El reconocimiento a su labor no se detuvo ahí. En 2014, la reina Isabel II la nombró Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico y también fue incluida en la Orden de los Compañeros de Honor, una de las distinciones más altas que puede otorgarse a un ciudadano británico.
La capacidad de Smith para adaptarse a distintos géneros, especialmente a la comedia británica, la convirtió en un fenómeno cultural conocido por su ingenio y aguda crítica social. La propia J.K. Rowling destacó su interés por contar con ella para el papel de McGonagall, marcando un alto estándar en la representación de personajes que se convirtieron en símbolos de sus respectivas sagas.
Sus colegas recordaron a Smith como una figura singular y brillante. Hugh Bonneville, su coprotagonista en «Downton Abbey», resaltó su sagacidad y chispa, permitiendo que aquellos que compartieron escenarios con ella atesoraran no solo su talento, sino también su esencia. «Cualquiera que haya podido compartir escenario con Maggie en cualquier ocasión, puede dar fe de su formidable talento», afirmó Bonneville en una entrevista a la BBC.
A lo largo de su vida, Smith mostró su sensibilidad hacia los roles que interpretaba. A pesar de su éxito, en una entrevista en 2004, reflexionó sobre cómo el público la asociaba con la comedia, planteando que si bien disfrutaba de hacer reír, puede que no fuera tratada con la misma seriedad que se le daba a las actuaciones dramáticas. Ironizando sobre su carrera, Smith comentó que a menudo se sentía encasillada, porque «la comedia nunca se considera real».
En sus últimos años, Smith continuó brillando en la pantalla con éxitos como «El Gran Hotel Marigold» en 2012 y «La dama de la furgoneta» en 2015, en la que interpretó a un personaje que fue aclamado tanto en el escenario como en la película. A lo largo de su carrera, Smith equilibró su trabajo en el teatro londinense con una serie de películas memorables que dejaron una huella en la cultura popular.
Smith también recordó sus interacciones entrañables con sus fanáticos, especialmente los más jóvenes. En una memorable aparición en el programa de Graham Norton, compartió cómo los niños eran los únicos que la reconocían en la vida real y cómo un pequeño le preguntó si quería que lo saludara, en un momento que capturó la calidez y la conexión que tuvo con el público en su trayectoria.
A lo largo de su vida personal, Smith se casó dos veces: primero con el actor Robert Stephens y posteriormente con el guionista Beverly Cross. La pérdida de Smith marca el final de una era en la actuación británica, pero su legado continúa vivo en las múltiples generaciones que han disfrutado de su trabajo y la han admirado a través de su inconfundible talento. La comunidad artística llora la partida de una de sus más grandes exponentes, cuya versatilidad e ingenio dejarán una huella indeleble.