Excluidos de Hambre Cero amenazan con protestas en colegios de Central
Las familias de Central se alzan en protesta tras la exclusión de colegios departamentales del programa Hambre Cero, que proporciona almuerzos escolares. La situación ha generado inquietud y descontento en la comunidad educativa.
El reciente anuncio del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) de que el nuevo plan de alimentación escolar, Hambre Cero, solo abarcará del nivel inicial al noveno grado ha causado sorpresa y rechazo entre los directores y padres de familia. Como resultado de esta decisión, todos los colegios con Educación Media quedarán excluidos de la provisión de almuerzos y colaciones, un beneficio que hasta el momento era administrado por la Gobernación. Esta medida comenzará a aplicarse en el 2025, como parte de la extensión del programa a todos los distritos del país, incluido Asunción, donde la alimentación escolar también será transferida al MDS.
Dada la falta de recursos, las comunidades educativas se han visto obligadas a organizar ollas populares como una solución inmediata para cubrir las necesidades alimentarias de los estudiantes. Esta situación ha llevado a los padres y alumnos a cocinar y distribuir comidas en los días de clase, una medida que refleja la urgencia de la situación y el inminente riesgo de que miles de niños se queden sin el almuerzo escolar.
El presidente del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi), Miguel Marecos, ha expresado su preocupación por la exclusión de más colegios de la provisión de alimentación escolar. Marecos señaló que un número creciente de instituciones educativas se sumaría a la iniciativa de las ollas populares, tanto como una forma de reclamar el derecho a la alimentación escolar como por la necesidad de asegurar que los alumnos tengan que comer durante el día. «No podemos permitir que se dé esta exclusión cuando ya se recibía el alimento. Exigimos un acuerdo con el MDS», afirmó.
Con la eliminación del almuerzo escolar, el impacto es significativo; alrededor de 1.700 alumnos de unos diez distritos del departamento Central se ven directamente afectados, lo que ha generado una reacción inmediata de las comunidades escolares. Según la Gobernación, la exclusión no solo afecta el bienestar de los estudiantes, sino que también podría influir en su rendimiento académico, ya que la alimentación adecuada es fundamental para la concentración y aprendizaje.
Ante esta situación, diversas organizaciones han comenzado a plantear soluciones. Aylén Barreto, coordinadora ejecutiva de la Federación Nacional de Estudiantes (Fenaes), ha afirmado que es crucial que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) siga a cargo de la alimentación en los colegios secundarios de Asunción. Barreto indicó que están en el proceso de discutir propuestas para evitar que las instituciones del interior y de Central sean relegadas. «Todavía tenemos que conversar sobre qué propuestas plantearemos al Gobierno. No podemos permitir que se queden atrás», aseveró.
Mientras tanto, el clima de incertidumbre y tensión se intensifica en las comunidades afectadas. Esta semana se prevén reuniones entre los directores de colegios departamentales y el MDS, en un intento por buscar soluciones que permitan revertir la exclusión y garantizar la alimentación escolar para todos los estudiantes, independientemente de su grado escolar.
El panorama ante la exclusión de los colegios del programa Hambre Cero destaca la necesidad urgente de repensar las políticas de alimentación escolar en el país. La creciente presión social y la movilización de los padres, alumnos y docentes subrayan la importancia de atender este tema desde una perspectiva integral que considere el derecho a la alimentación como un pilar fundamental para el desarrollo educativo y social de los estudiantes.
La situación actual plantea un desafío para el Gobierno, que debe encontrar un equilibrio entre las nuevas políticas de alimentación y la necesidad real de los estudiantes. La atención a este tema no solo es crucial para el bienestar de miles de alumnos, sino que también es un reflejo de la voluntad política de priorizar la educación y la salud en el país. La respuesta a estas demandas definirá, sin duda, el rumbo de la política educativa en Paraguay.