Diego Benítez, su esposa y cuñadas imputadas por lavado de activos narcotraficantes.
Diego Isaac Benítez Cañete, un conocido prófugo y extraditable, enfrenta una nueva imputación fiscal por lavado de activos relacionados con el narcotráfico, implicando a su esposa y cuñadas en el proceso.
Las fiscales a cargo del caso han solicitado la emisión de una orden de captura internacional contra Benítez, quien ha estado fuera de Paraguay desde el 12 de marzo de 2022. Sumado a esta nueva acusación, ya había sido aprobado un pedido de extradición en los Emiratos Árabes Unidos, aunque su estado de fuga ha complicado el proceso judicial.
La imputación no solo alcanza a Benítez, sino que también involucra a su esposa y sus cuñadas, quienes supuestamente colaboraron logísticamente para “legalizar” los ingresos generados por la venta de drogas entre 2019 y 2021. Las autoridades consideran que estas mujeres están directamente relacionadas con las actividades ilícitas del imputado, sugiriendo que actuaron en complicidad con él para el funcionamiento de la estructura delictiva.
De acuerdo a los documentos presentados por el Ministerio Público, se argumenta que Benítez utilizó empresas de fachada para ocultar el origen ilícito de sus ingresos. Las fiscales indicaron que el acusado había adquirido bienes a través de un entramado empresarial que simulaba que el dinero provenía de fuentes legales. Esto habría facilitado la ocultación del capital obtenido mediante actividades delictivas y también apunta a que Benítez, gracias a su experiencia en el negocio familiar, habría liderado esta estructura criminal.
Durante la presentación de la imputación, se solicitó al juzgado que tome medidas cautelares en contra de la esposa y las cuñadas de Benítez. Las fiscales pidieron la remisión de oficios a la Dirección General de Migraciones para corroborar los registros migratorios de las implicadas y certificar su estado dentro del país. Esto es crucial para determinar su posible responsabilidad en los hechos imputados.
El caso de Diego Isaac Benítez ha atraído la atención de los medios y la opinión pública, dado su perfil como figura clave en el narcotráfico en Paraguay. Su habilidad para evadir la justicia internacional y el involucramiento de familiares en sus actividades ha suscitado un debate sobre la eficacia de los mecanismos legales y la corrupción en el país. La repercusión de estas acusaciones pone de manifiesto la complejidad de la lucha contra el crimen organizado en la región.
El narcotráfico ha sido un problema persistente en Paraguay, donde el lavado de activos y la creación de empresas de fachada se han convertido en prácticas comunes. La colaboración entre diferentes actores, tanto dentro como fuera de las fronteras del país, ha desafiado a las autoridades a encontrar soluciones efectivas para enfrentar este fenómeno. La nueva imputación contra Benítez y su familia se enmarca en estos esfuerzos, reflejando el compromiso del Ministerio Público en desmantelar redes criminales.
A medida que avanza este proceso judicial, las expectativas están puestas en la respuesta de las autoridades judiciales y en la eficacia de los mecanismos de cooperación internacional en materia de extradición. La captura de Benítez y la resolución del caso podrían ser un paso significativo en la lucha contra el narcotráfico en Paraguay, pero el camino por recorrer es largo y complicado, lleno de desafíos que aún deben ser enfrentados.