Cancillería ahorrará 5.7 millones de dólares en 2025 por cierres de embajadas.

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El canciller Rubén Ramírez Lezcano anunció un ambicioso plan de recortes en el servicio exterior, que promete significativos ahorros para el país en los próximos años.

Durante la presentación del proyecto de presupuesto 2025, el ministro de Relaciones Exteriores destacó que la Cancillería nacional espera ahorrar aproximadamente US$ 478.000 mensuales y cerca de US$ 5.7 millones anuales gracias a la reducción de embajadas, consulados y misiones permanentes. Este anuncio surge en un contexto económico complejo, donde la eficiencia administrativa se vuelve crucial para el manejo de los recursos del Estado.

Ramírez Lezcano reveló que el presupuesto proyectado para el próximo año asciende a G. 869.000 millones. Dentro de este marco, se incluye una reestructuración significativa del servicio diplomático que contempla el cierre de varias representaciones en el extranjero. Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia que busca optimizar los gastos de la Cancillería sin comprometer la efectividad de sus operaciones.

Entre las medidas mencionadas, el canciller señaló la reorganización de varias embajadas y consulados. Un ejemplo concreto es la fusión de la representación permanente de Paraguay ante las Naciones Unidas en Ginebra, que ahora también absorbe funciones de la representación ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta integración, según el funcionario, permitirá un enfoque más cohesivo y eficiente en la atención de cuestiones relevantes en ambas organizaciones internacionales.

Además, Ramírez Lezcano enfatizó que estos recortes no se realizarán a expensas de la calidad de los servicios que brinda el país en el extranjero. Aseguró que, a través de estos cambios, el Ministerio logrará ahorrar US$ 2.8 millones este mismo año, lo que demuestra la viabilidad de sus propuestas en tiempos de austeridad.

Sin embargo, la decisión de cerrar embajadas y consulados ha generado diversas reacciones tanto en el ámbito político como entre la ciudadanía. Grupos de interés han comenzado a alzar voces en contra de estas medidas, argumentando que podrían afectar la presencia y la influencia de Paraguay en el contexto internacional, así como los servicios consulares que son vitales para los ciudadanos que residen o viajan al exterior.

Por otro lado, algunos analistas destacan que, en un mundo cada vez más interconectado, la necesidad de adaptarse a nuevas realidades es fundamental. La reestructuración del servicio exterior podría ser vista como una oportunidad para Paraguay de enfocarse en misiones más estratégicas, priorizando aquellas áreas donde pueda tener un impacto más significativo.

A medida que el debate continúa, el gobierno se enfrenta al desafío de comunicar estos cambios de manera efectiva, asegurando a la población que el país no disminuirá su compromiso con la diplomacia, a pesar de los ajustes en la infraestructura consular. Las próximas semanas serán clave para observar cómo se implementan estas reformas y la respuesta que estas generen en el contexto nacional e internacional.


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