Almeida aprueba nuevos sondeos para investigar fosa común en Montecarmelo.
En Madrid, se han propuesto nuevas excavaciones para investigar la existencia de una posible fosa común que albergaría los restos de 451 brigadistas internacionales.
El Ayuntamiento de la capital española ha autorizado este lunes dos ubicaciones sugeridas por el Ministerio de Memoria Democrática, donde se planea realizar prospecciones en busca de restos humanos. La excavación se llevará a cabo en la zona de Montecarmelo, cerca del cementerio de Fuencarral. Con una duración estimada de 15 días hábiles, se espera que las excavaciones comiencen una vez que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid otorgue el visto bueno. Las áreas a investigar abarcan un total de 729 metros cuadrados, y las tumbas se estima que podrían alcanzar entre 6 y 12 metros de profundidad.
El delegado de Urbanismo, Borja Carabante, ha manifestado que, aunque el ministerio había solicitado solo diez días para llevar a cabo esta labor, el Ayuntamiento proporcionará un plazo de 15 días, buscando garantizar que colaborará de manera efectiva en la búsqueda de los restos. Esta decisión se produce tras la controversia de que, previamente, el propio Ayuntamiento había descartado la posibilidad de que existieran restos en la zona.
El 9 de septiembre, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática había solicitado continuar las prospecciones arqueológicas tras la negativa del Ayuntamiento de encontrar vestigios humanos en sondeos anteriores. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, había criticado al gobierno por gastar recursos públicos en este tipo de investigaciones, enfatizando que no había «el más mínimo indicio» de una fosa común en el área.
A pesar de estas tensiones, Carabante enfatizó la disposición de continuar colaborando con el ministerio «dentro del marco legal». Esto implica que cualquier solicitud de excavación adicional debe estar respaldada por documentación que justifique la continuidad de la investigación, un hecho que responde a las normativas de la Ley de Memoria Democrática.
En la búsqueda de evidencias, el ministerio ha proporcionado testimonios históricos que sugieren la existencia de una fosa en Montecarmelo. Uno de estos testimonios proviene del historiador Luis González, quien descubrió en los archivos del Ayuntamiento de Fuencarral, entonces independiente, una orden de exhumación emitida durante la Guerra Civil española. Según esta orden, los restos de los brigadistas debían ser trasladados a una fosa común en el cementerio de la localidad, lo que añade peso a las reivindicaciones del ministerio.
Además, se ha señalado que la zona A, candidata para ser excavada, se encontraba anteriormente en una depresión natural, un terreno que podría ser indicativo de una fosa. Sin embargo, el paisaje actual se ha modificado considerablemente debido a la acumulación de escombros durante décadas, lo que complica la detección de restos humanos.
Por otro lado, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ya había dado autorización en agosto para futuras prospecciones. Carabante ha reiterado que cualquier continuación de las investigaciones dependerá de una nueva consulta con la Comunidad. Esto implica que los arqueólogos del ministerio podrían recibir una aprobación inminente para llevar a cabo sus estudios en Montecarmelo.
El proceso de excavación y la posible identificación de los restos de brigadistas internacionales es parte de un esfuerzo más amplio por recuperar y reconocer la memoria histórica en España, especialmente en un contexto donde la Guerra Civil sigue siendo un tema de debate y reivindicación social. La búsqueda de estos restos no solo tiene un valor arqueológico, sino también emocional y simbólico, al recuperar la memoria de aquellos que lucharon en defensa de la democracia durante un periodo de profundas divisiones políticas y sociales.