ItaipúReduce su producción este año, esperando una caída cercana al 20%
La central hidroeléctrica Itaipú, en la frontera entre Paraguay y Brasil, experimentará una caída del 20% en su producción en 2024. Esto ocurre en medio de una crisis hidrológica que ha despertado preocupación en el ámbito energético.
A pesar de las afirmaciones de voceros técnicos de la entidad, quienes aseguran que la central «opera con normalidad», la realidad es que la generación de energía se verá significativamente afectada. Según un informe del superintendente de Itaipú, la previsión de generación total para este año se sitúa en aproximadamente 67.000 GWh, una cifra notablemente inferior a las proyecciones de años anteriores.
Es importante distinguir entre “producción” y “productividad”, según explican fuentes técnicas independientes. La productividad de Itaipú, que se refiere a la relación entre la energía producida y el caudal de agua utilizado, muestra una leve mejora, alcanzando un nivel de 1,10 MW promedio/m3/s en las actuales condiciones de operación. Sin embargo, esto no compensa la reducción esperada en la generación total de energía.
La disminución en la producción tendrá implicaciones directas en la economía del Paraguay. Los ingresos por royalties, calculados en función de cada GWh generado, se verán perjudicados. Esto también afectará el resarcimiento que la ANDE (Administración Nacional de Electricidad) recibe de Itaipú, una fuente crucial de financiamiento para el sector energético del país.
El impacto económico de la menor producción se extenderá más allá de los royalties. Paraguay podría experimentar una reducción en sus ingresos por compensación por cesión de energía. Dado que la producción será menor, la ANDE se verá forzada a disminuir la cantidad de energía que cede al Brasil, lo cual afectará la dinámica del intercambio energético entre ambos países.
La crisis hidrológica que enfrenta la región ha sido un tema recurrente en el debate público. Las autoridades paraguayas han intentado tranquilizar a la población, resaltando que las operaciones de Itaipú continúan, pero los números no mienten: la situación es preocupante. Con un panorama de escasez de agua, la capacidad de generación de la central se pone en entredicho, lo que a su vez pone en riesgo la seguridad energética del país.
A medida que avanzamos hacia un año que se anticipa complicado en términos de producción energética, los usuarios y ciudadanos en general comienzan a preguntarse sobre las estrategias que se implementarán para mitigar estos efectos. El diálogo entre gobiernos y autoridades del sector será clave para encontrar soluciones eficaces que garanticen la estabilidad y sostenibilidad de la energía en Paraguay.
Así, mientras algunos expertos defienden la normalidad de las operaciones en Itaipú, la comparación con años previos muestra un panorama desafiante. La caída esperada en la producción no solo resalta la importancia de la gestión de recursos hídricos, sino que también plantea un desafío significativo para una economía que depende en gran medida de las fuentes de energía hidroeléctrica. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán fundamentales para garantizar un futuro energético estable y sostenible para Paraguay.