ONG de Gustavo Leite apoya adictos a drogas, pero no está en Senad.

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La Comunidad Cenáculo, que se dedica a la rehabilitación de jóvenes con adicciones en Paraguay, no está registrada según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

El senador Gustavo Leite, quien es parte de la comisión «garrote» y a su vez voluntario en esta organización, ha salido al paso de esta situación. En su cuenta de X, el político defendió la labor de la ONG, aclarando que “mi esposa, ni yo, ni ninguno de los que son voluntarios de Comunidad Cenáculo en Paraguay hemos cobrado un centavo por el trabajo voluntario para recuperar a los jóvenes paraguayos de las drogas”. Esta declaración llega en un contexto donde la visibilidad y el reconocimiento oficial son cruciales para la efectividad de las organizaciones que trabajan en la rehabilitación de adictos.

A pesar de su actividad desde 2018, Comunidad Cenáculo no aparece en la lista de centros de tratamiento de adicciones que publica la Senad. Esta omisión ha generado incertidumbre y críticas en torno a la transparencia y la regulación de las ONG que operan en este sector. La ausencia de un registro oficial podría limitar el acceso a recursos y colaboración estatal que podría resultar beneficiosa para su labor.

Durante una conferencia de prensa, Leite explicó que la ONG ha estado activa en el país desde septiembre de 2018 a través de la Fraternidad San Miguel Arcángel. Según el senador, la organización no solo se enfoca en el tratamiento, sino que también rinde cuentas ante la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), lo que podría implicar una cierta responsabilidad fiscal, aunque no sustituye la necesidad de un registro en la Senad.

Leite añadió que no tiene objeciones a que la Comunidad Cenáculo se inscriba oficialmente en la Senad si así se requiere. “No tengo idea del porqué no estamos en la Senad. Si tenemos que estar ahí, no hay ningún problema”, afirmó, lo que podría abrir las puertas para una futura colaboración y reconocimiento por parte de las autoridades nacionales.

Las declaraciones del senador surgen en un contexto donde la lucha contra las drogas es un tema de gran relevancia social y política en Paraguay. La falta de un registro puede ser interpretada como un signo de desorganización administrativa, un aspecto crítico en un país que lidia con problemas estructurales en su estrategia de combate a la adicción y el narcotráfico.

Por otro lado, la controversia en torno a la Comunidad Cenáculo también se conecta con el debate más amplio sobre la efectividad de las organizaciones no gubernamentales en el país. Si bien muchas de estas ONG desempeñan un papel crucial en la rehabilitación y asistencia social, la falta de controles adecuados puede llevar a cuestionamientos sobre su integridad y su verdadera capacidad de impacto en la comunidad.

En medio de todo esto, la comunidad y las autoridades se mantienen a la expectativa, esperando una aclaración formal sobre la situación de la Comunidad Cenáculo. La transparencia y la legitimidad son elementos fundamentales para trabajar de la mano con el gobierno en la lucha contra la adicción y ofrecer más oportunidades a los jóvenes que enfrentan estas dificultades.

La preocupación del senador Leite por la situación de la ONG podría generar un punto de inflexión en la relación entre las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades estatales. La posibilidad de un reconocimiento formal del trabajo de la Comunidad Cenáculo podría ser un paso positivo hacia la integración de estos organismos en una estructura más amplia destinada a combatir la crisis de adicciones en el país. En este contexto, la colaboración entre el estado y la sociedad civil resulta esencial para enfrentar un problema que afecta a miles de jóvenes en Paraguay.


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