Brent supera 77 dólares por temores a ataques israelíes.

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La creciente tensión en Oriente Medio ha propiciado un notable incremento en los precios del petróleo, que ha alcanzado un máximo de tres días, en respuesta a las preocupaciones sobre el suministro.

El crudo Brent, referencia en Europa, cerró la jornada con un aumento del 5,26%, superando los 77 dólares por barril. Esta escalada se produce en un contexto de incertidumbre tras las declaraciones del presidente estadounidense, Joe Biden, quien confirmó que se estudian posibles ataques a instalaciones petroleras iraníes en coordinación con Israel. En los últimos cuatro días, el aumento acumulado del crudo alcanza casi el 8%, marcando el incremento semanal más significativo desde febrero de 2023, cuando Rusia recortó su producción en medio millón de barriles diarios debido a sanciones occidentales.

La región de Oriente Medio es crucial para el suministro global de petróleo, ya que representa aproximadamente un tercio de la producción mundial. Las tensiones actuales generan inquietud sobre cómo un ataque a instalaciones energéticas podría interrumpir el flujo de crudo, especialmente teniendo en cuenta que Irán, con una producción de 3,2 millones de barriles diarios, es el séptimo productor a nivel mundial. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, temiendo que cualquier agresión bilateral involucre a otros países productores de petróleo, lo que podría paralizar los suministros energéticos a nivel global.

La postura de líderes del G7, que instan a los países de la región a actuar “responsablemente”, ha tenido un impacto limitado en los mercados. En una declaración conjunta que incluye a Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, Alemania y Japón, advierten sobre el riesgo de un «peligroso ciclo de ataques y represalias» en Oriente Medio, lo que podría exacerbar aún más la situación. Sin embargo, el tono conciliador no parece frenar los avances en los precios del crudo.

Expertos en el sector apuntan que si Israel decide atacar los activos clave de Irán, esto provocaría una intensificación del conflicto y podría arrastrar a otros países productores de petróleo. Según un reciente informe de Citi, un ataque israelí podría sacar del mercado hasta 1,5 millones de barriles por día, mientras que incluso una incursión menor podría eliminar entre 300,000 y 450,000 barriles de producción. Esta situación afectaría gravemente a países como China, que depende en gran medida del petróleo iraní, importando más de un millón de barriles al día.

En el contexto del mercado del gas, la reacción es similar, dado el papel de Irán en este sector. Irán no solo es un gran productor, sino que también controla una ruta clave para el transporte de gas natural licuado a Europa. En consecuencia, el precio de referencia en Países Bajos ha mostrado un incremento del 3,4%, alcanzando su nivel más alto desde agosto, lo que reafirma la influencia de Teherán en los mercados energéticos europeos.

No obstante, algunos analistas han abordado el fenómeno desde una perspectiva más moderada, destacando que el enfriamiento en los precios podría ser inesperado dado el presente nivel de riesgo. Según ING, el precio del barril aún se mantiene un 16% por debajo del nivel de hace un año, y un ataque a las instalaciones nucleares iraníes podría despejar las dudas del mercado y provocar un nuevo aumento. Por su parte, Interactive Brokers considera que, aunque el movimiento es ligeramente alcista, no es motivo de alarma.

Parte de la moderación en los precios se debe a las decisiones recientes de los principales productores de petróleo. El cártel OPEP+, liderado por Arabia Saudí y Rusia, ha decidido aumentar la producción a partir de diciembre, lo que el mercado interpeta como una señal de que se abandona el objetivo de alcanzar barriles a 100 dólares. Adicionalmente, se espera que otros productores en Oriente Medio puedan elevar su producción si se agudizan los problemas en Irán.

En Estados Unidos, los datos oficiales reflejan un aumento inesperado en las reservas de crudo, con un incremento de 3,9 millones de barriles en la última semana, el mayor en cinco meses. Este contexto ha beneficiado a las principales compañías petroleras, como TotalEnergies y Repsol, que han visto ligeras subidas en sus acciones, esbozando un panorama mixto en medio de la inestabilidad regional y la problemática de suministro energético.

La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrolla esta situación en la región, que podría tener repercusiones serias no solo para los mercados de energía, sino también para la estabilidad económica global.


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