Inversor extranjero solicita garantías para operar en la región de Itapúa.
Invasión a Cultivo Orgánico en Itapúa: Empresario Exige Protección al Gobierno Nacional
En un inquietante episodio que ha conmocionado al sector agrícola del país, un empresario de Itapúa ha solicitado al Gobierno garantías para preservar su propiedad, luego de sufrir la invasión y destrucción de 60 hectáreas de avena orgánica. El incidente, que tuvo lugar en la compañía Tirol, resultó en pérdidas que superan los 40.000 dólares. Ante la gravedad de la situación, una intervención fiscal llevada a cabo en la mañana de hoy logró restituir la posesión al propietario y dispuso medidas de custodia para evitar el reingreso de los invasores.
La acción se produjo luego de que el propietario denunciara la invasión ante las autoridades. Durante una inspección policial, los desconocidos habían abandonado el área, generando frustración en el empresario y en los representantes del Ministerio Público. Sin embargo, tras la intervención de más de 40 efectivos policiales y el fiscal Éver Williams, se logró recuperar el control del terreno, que había sido objeto de una apresurada usurpación.
Los invasores, que ya habían comenzado a plantar soja transgénica en el terreno anteriormente dedicado al cultivo de avena orgánica, no pudieron ser identificados en el momento de la intervención. Este hecho resalta un patrón de impunidad que ha preocupado a los agricultores de la región, quienes ven en estos episodios una amenaza a su seguridad y a las inversiones en el país.
El propietario del cultivo, que viene trabajando en la zona desde 2008, afirmó que su familia decidió invertir en Paraguay al escuchar el llamado de anteriores gobiernos a fomentar la inversión privada en el país. Sin embargo, tras los costos y la pérdida sufrida, lanzó una advertencia a potenciales inversionistas: “Tengan mucho cuidado, porque en un tiempo corto pueden perder todo si no tienen los recursos para defender sus derechos”. Este llamado a la precaución resuena en un contexto donde la delincuencia organizada y la usurpación de tierras se han vuelto preocupación creciente en el sector agrícola.
Con relación a la extensión de las pérdidas, se calcula que el empresario ha perdido aproximadamente 120.000 kilos de avena que estaban destinados para exportación a Brasil. A esto se añade el costo de las semillas y los esfuerzos agrícolas realizados hasta el momento. La magnitud de la pérdida pone de relieve no solo el impacto económico en el propietario, sino también las posibles repercusiones en el mercado interno y en las relaciones comerciales con el país vecino.
En una declaración preocupante, el empresario sostuvo que su compañía ha sido blanco de una “mafia” que utiliza documentación falsa para amedrentar y hostigar a los propietarios legítimos. Esta accionar delictivo pone en tela de juicio la seguridad jurídica en el ámbito agrícola y siembra dudas sobre la eficacia de las instituciones encargadas de garantizar la propiedad privada.
Mientras tanto, el caso ha suscitado la alerta de diversos sectores, abogando por una respuesta más robusta del Estado frente a la inseguridad en el campo y la necesidad de fortalecer las medidas de protección a los inversores. La inquietud en la comunidad agrícola se traduce en un llamado a una reforma que permita restaurar la confianza y seguridad ante la llegada de futuros inversionistas en el país.
El Gobierno nacional, por su parte, se enfrenta a un reto significativo: implementar estrategias efectivas que garanticen la seguridad de las propiedades y fortalezcan la confianza en el sector agrícola. La situación del empresario de Itapúa podría ser solo la punta del iceberg en un país donde la inversión se ve amenazada por la inestabilidad y el miedo a la violencia. La respuesta del Ejecutivo podría definir el futuro del clima de inversión y la seguridad en el campo en Paraguay, siendo un aspecto crucial para el desarrollo económico sostenible del país.
