Interminable espera en IPS: se aguarda hasta febrero para resonancia magnética.
Asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) enfrentan prolongadas demoras en la atención médica, generando preocupación y frustración entre los pacientes y sus familias.
Según denuncias recientes, los pacientes deben esperar hasta cuatro meses para realizarse una resonancia magnética en el Hospital Central, un retraso inaceptable en casos donde la urgencia médica es evidente. Esta situación se agrava en el caso de un niño diagnosticado con epilepsia, cuya familia asegura que sólo podrá iniciar su tratamiento una vez completado este estudio, programado para febrero de 2024.
La denuncia, presentada a medios de comunicación, resalta una realidad preocupante que muchos asegurados del IPS enfrentan en su búsqueda por atención médica oportuna. La situación no es aislada; otros usuarios han reportado esperas de hasta tres meses para consultas con especialistas, como otorrinos. Estas demoras generan no solo ansiedad en los pacientes, sino también impactos significativos en su calidad de vida y bienestar.
Uno de los afectados, Rubén López, relató su experiencia buscando atención en la especialidad de neurología para su madre, quien padece Parkinson. La burocracia del sistema actual se ha convertido en un verdadero desafío para los asegurados. «Siempre es ir de un lado a otro, de una ventanilla te mandan a otra ventanilla. Se pierden días de trabajo; el call center tampoco funciona», comentó López, reflejando la frustración generalizada en la comunidad de asegurados.
Desde el IPS, se han propuesto medidas para mejorar la situación. Una de ellas implica reducir el ciclo de agendamiento a siete días, como parte de un esfuerzo mayor para resolver los problemas en el call center que actualmente obstaculizan la atención. Sin embargo, muchos asegurados se muestran escépticos respecto a la efectividad de estas medidas, dados los antecedentes de ineficiencia y falta de recursos.
Los largos tiempos de espera han llevado a numerosas quejas y demandas de cambios estructurales en el sistema de salud público del país. Asegurados de diversas regiones coinciden en que el sistema necesita ser reformado para atender adecuadamente las necesidades de salud de la población. La salud no debe ser un lujo, argumentan, sino un derecho accesible y garantizado.
Esta situación ha puesto sobre la mesa la necesidad de un debate serio sobre la gestión y financiamiento del sistema de salud pública en Paraguay. Los ciudadanos exigen respuestas claras de las autoridades y una mejora visible en el servicio, así como mayor inversión en infraestructura y recursos humanos que garanticen una atención de calidad.
El tiempo se convierte en un factor crucial en la atención médica, especialmente en casos de enfermedades crónicas o condiciones que requieren intervención inmediata. Con la salud de muchas personas en juego, es fundamental que se tomen acciones concretas para reducir los tiempos de espera y ofrecer un sistema de salud que funcione para todos los paraguayos. La situación actual no debe ser la norma, sino el catalizador hacia un cambio necesario en el sistema de salud del país.