Hambre Cero: situación de colegios técnicos excluidos en Asunción, según ministro de Desarrollo Social.
El ministro de Desarrollo Social, Tadeo Rojas, abordó hoy la controvertida exclusión de algunos colegios de Asunción del programa Hambre Cero, generando inquietud en diversos sectores educativos.
El plan Hambre Cero tiene como objetivo proporcionar asistencia alimentaria a estudiantes desde el nivel inicial hasta el noveno grado. Sin embargo, esta primera fase deja fuera a los alumnos de secundaria, salvo en 22 distritos priorizados por altos índices de pobreza. La decisión ha suscitado críticas, especialmente entre los estudiantes de nivel medio, quienes se sienten despojados de un derecho fundamental.
La Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) ha emitido un contundente comunicado en el que expresa su descontento por la falta de inclusión de los estudiantes de secundaria en este programa. Los representantes del organismo exigen que se garantice la universalidad del plan, abarcando a más de 1.300.000 estudiantes matriculados en el país. La respuesta de la Fenaes ha sido clara: si sus pedidos no son atendidos, no dudarán en recurrir a medidas de protesta.
Durante la jornada de hoy, Rojas anunció que, a partir del año 2025, la distribución de alimentos también incluirá a los colegios técnicos y medio en general, que anteriormente estaban bajo la responsabilidad del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Esta decisión surge ante la presión y el malestar de las comunidades educativas que amenazaron con movilizaciones si no se revocaba la exclusión de estos niveles.
Asimismo, el ministro confirmó que se incluirían en el programa a los 17 colegios departamentales de Central, que inicialmente habían sido descartados. Esta determinación de última hora responde a las demandas de padres y responsables de estos colegios, quienes manifestaron su preocupación ante la posibilidad de dejar a sus hijos sin el acceso a la alimentación adecuada durante el horario escolar.
El contexto de esta controversia es crítico, ya que Paraguay enfrenta desafíos importantes en relación a la pobreza y la desnutrición infantil. La inclusión de estudiantes de todos los niveles en programas de alimentación es esencial para combatir este problema y garantizar que todos los jóvenes tengan suficiente acceso a una alimentación básica, indispensable para su desarrollo académico.
Rojas también destacó la relevancia de una revisión exhaustiva de los programas de asistencia social en el país. El ministro se comprometió a evaluar la situación en los distintos colegios y zonas más vulnerables para asegurar que no se repitan casos de despojo a los estudiantes de derechos básicos. La presión social inducida por las amenazas de protesta podría ser un factor que influya en un cambio de enfoque por parte del gobierno.
Las exigencias de la Fenaes no son aisladas; diversos sectores de la sociedad también están pidiendo que se garantice el acceso a la alimentación saludable como un derecho universal, independientemente del nivel educativo. La respuesta del gobierno en los próximos días será clave para determinar si el conflicto se intensificará o si se logrará llegar a un consenso que permita a los estudiantes secundarios ser parte del plan Hambre Cero.
En resumen, la polémica centrada en el programa Hambre Cero se sitúa en un contexto donde el acceso a la alimentación adecuada en el ámbito escolar es un tema crítico y, a la vez, sensible. La decisión de excluir a los estudiantes de secundaria ha generado un amplio rechazo, y la respuesta rápida y efectiva del gobierno será vital para resolver esta crisis antes que desembocando en protestas que podrían complicar aún más la situación de los jóvenes y sus familias en un momento tan delicado para la nación.