Senado decide acciones a tomar respecto a los «perros peligrosos» en el país.
El proyecto de ley sobre tenencia responsable de perros potencialmente peligrosos avanza en el Congreso, generando controversia y división entre los legisladores y la sociedad.
El pasado 9 de agosto, la Cámara de Diputados aprobó sin debate la ratificación del proyecto que establece la tenencia responsable de perros considerados potencialmente peligrosos. Esta decisión se produjo en medio de un clima de inseguridad tras varios incidentes mediáticos relacionados con ataques de estos animales. Al votar a favor, los diputados enviaron de nuevo la normativa al Senado, donde fue previamente rechazada, para su análisis final.
La propuesta fue presentada por un diputado vinculado al Partido Colorado, conocido por sus posturas polémicas. La legislación contempla la obligación de registrar a 23 razas de perros, las cuales han sido clasificadas como «potencialmente peligrosas» debido a sus características físicas y de comportamiento. Este movimiento ha despertado preocupaciones entre dueños de mascotas y organizaciones de defensa animal que argumentan que los problemas de comportamiento son más una cuestión de educación y tenencia responsable que de la raza misma.
El concepto de «perros potencialmente peligrosos» (PPP) incluye animales que cumplen con ciertos criterios, como un peso superior a 20 kg, una complexión robusta y características específicas de comportamiento. La normativa busca establecer un marco regulatorio que contemple la seguridad pública, pero también ha suscitado un debate sobre la estigmatización de ciertas razas. Los críticos sostienen que etiquetar a los perros por su raza puede llevar a su maltrato y abandono.
La Cámara de Senadores, en su análisis inicial del proyecto, expresó numerosas preocupaciones sobre la eficacia de la ley y sus implicaciones. Varios senadores argumentaron que la legislación podría no abordar adecuadamente el problema de los ataques y que sería mejor enfocarse en mejorar la educación sobre la tenencia responsable de mascotas. Sin embargo, la presión mediática y las historias de ataques han influido significativamente en la percepción pública de la situación, lo que ha llevado a algunos legisladores a reconsiderar su apoyo al proyecto.
Desde el sector de protección animal, se han alzado voces contra la medida, señalando que el problema radica en el manejo y entrenamiento inadecuado de los perros, en lugar de en las razas en sí. Organizaciones y expertos en comportamiento animal sostienen que cualquier perro, independientemente de su raza, puede ser un compañero seguro si recibe la educación adecuada y se le brinda un entorno responsable. Este enfoque, dicen, fomenta la convivencia entre humanos y perros sin recurrir a la criminalización de ciertas razas.
A medida que el proyecto avanza en su proceso legislativo, se espera que el Senado convoque a un debate más amplio que incluya a expertos en conducta animal, veterinarios y representantes de organizaciones de defensa de los derechos de los animales para llegar a un consenso. La posibilidad de que se realicen modificaciones al proyecto original sigue abierta, ante la necesidad de equilibrar la seguridad pública y el bienestar animal.
Mientras tanto, la sociedad se encuentra dividida. Muchos miembros del público apoyan la iniciativa, temerosos de nuevos ataques tras incidentes recientes, mientras que otros reclaman una revisión del enfoque de la ley. La situación pone de manifiesto la compleja relación entre los humanos y los animales, donde la seguridad, la educación y la defensa de los derechos de los seres vivos juegan papeles cruciales y a menudo conflictivos.
Este episodio pone nuevamente en la mesa la necesidad de un diálogo más profundo y constructivo sobre cómo convivimos con nuestros animales. Informar y educar al público sobre la tenencia responsable de mascotas podría ser un paso significativo hacia la reducción de los riesgos asociados a perros considerados peligrosos y, en última instancia, promover un entorno más armonioso entre humanos y animales.
